Por: Susanna Tres.
Psicóloga y
Terapeuta Gestáltica.
Al empezar un proyecto vital con
nuestra pareja debemos evitar interferencias con la familia de origen.
Montse está muy pendiente de sus
padres, por lo que Gabriel, su pareja, se siente molesto. Y es que la opinión
de los padres de ella tiene casi siempre más peso que lo que pueda acordar la
pareja. Montse habla un par de veces al día con sus padres. Ellos van a menudo
a su casa para ayudarles con los niños. La omnipresencia de los suegros provoca
en Gabriel sentimientos de soledad y desvaloración. “Cuando te casaste y
tuvimos hijos fundamos nuestra propia familia”, le recuerda Gabriel a menudo.
La dependencia de Montse puede dañar irremediablemente su relación de pareja.
Ella siempre ha estado muy ligada sus padres y ahora no se da cuenta de que su
propia familia sufre por ello. Una cosa es mantener una buena relación y
recibir ayuda, y la otra es que los padres tengan un lugar tan relevante en el
desarrollo de la nueva familia. Montse debería poner los límites para
salvaguardar el espacio vital de la pareja.
Primero, la Pareja
Al formar una pareja, dejamos a
la familia de origen para fundar una nueva familia nuclear. A veces cuesta dar
este paso, pero es esencial superar las dudas y tomar las riendas de la nueva
vida, en la que la condición de hijo pasa a segundo término. Puede que aparezca
la culpa de dejar a los padres; una culpa sana que no podamos evitar. Nunca
podremos devolver a los padres lo que nos han dado. Lo que ellos nos dieron
sólo podremos devolverlo a los hijos o a la sociedad en general. Por supuesto
que los padres nunca dejarán de ser un referente emocional. También los padres
de nuestra pareja son personas importantes que hay que aceptar y respetar, pero
siempre defendiendo primero la intimidad de la pareja.
-----------------------
¿Qué pasa si tengo que vivir con
ellos? Los limites son una herramienta fundamental para la convivencia sana y el
dialogo permitirá que los limites que se generen sean fuertes y sanos. Nuestros
padres son grandes fortalezas pero también se pueden tornar tormentosos. Cuando
formamos una pareja y de ella surge una familia, esta se trasforma en nuestra
familia nuclear, no permitas que terceros por mucho peso que tengan diezmen la
relación. Recuerda que el apoyo emocional y de vida de los padres es importante
pero no al grado de ser dependiente.
Publicado por: Lic. Psic. Felipe de Jesús Loranca
Aguilar.