Algunos de los papás tenían antecedentes de
depresión, pero en otros, ese cuadro estaba probablemente ligado al nacimiento
de sus hijos, de un modo similar a la depresión posparto en las mujeres.
El Universal.com

Alrededor de 40% de
los padres deprimidos dijeron en un sondeo que les han dado palmadas a sus
hijos, mientras el número se reduce 13% entre los padres que no sufrían
depresión.
La Academia de
Pediatría de Estados Unidos y muchos expertos en el desarrollo de los niños
advierten los riesgos de dar palmadas a los hijos a cualquier edad. Otros
estudios han demostrado que los pequeños que las han recibido corren más riesgo
de sufrir abuso físico y convertirse en personas agresivas.
Según los
investigadores, dar palmadas es especialmente problemático en niños de apenas
un año, porque pueden sufrir lesiones y es "improbable que entiendan la
conexión entre su comportamiento y el posterior castigo".
El estudio fue
revelado el lunes en la publicación médica Pediatrics.
Los autores analizaron datos de mil 746 padres en 16 grandes ciudades de los
Estados Unidos, entre 1999 y 2000.
El doctor Neal
Davis, quien lideró el estudio, dijo que ésta es la información exhaustiva más
reciente sobre el tema, y considera que es relevante porque la depresión entre
los padres está relacionada con las cifras de desempleo, que son mucho más
altas que hace una década.
Algunos de los
padres tenían antecedentes de depresión, pero en otros, ese cuadro estaba
probablemente ligado al nacimiento de sus hijos, de un modo similar a la
depresión posparto en las mujeres, dijo Davis.
La depresión
posparto es más común en las mujeres, y según algunos cálculos, 25% la
desarrolla después de dar a luz.
Casos severos han
sido asociados a suicidios y muertes de niños. Se sabe mucho menos sobre la
depresión entre los nuevos padres, y el estudio crea mayor conciencia sobre un
problema poco reconocido, dijo el doctor Craig Garfield, profesor de pediatría
en Northwestern University.
Chris illuminati,
un escritor de Lawrenceville, Nueva Jersey, padre de un hijo de un año, dice
que leyó los folletos posparto que el pediatra le dio a su esposa durante una
visita a su consultorio. Contó que contestó en silencio afirmativamente a las
preguntas sobre los síntomas.
Iluminati aseguró
que nunca había experimentado depresión, pero desde que su hijo tenía unos
meses de nacido se comenzó a sentir inusualmente abatido, privado de sueño,
atrapado y resentido hacía un bebé que dormía de manera irregular y había
trastocado su vida.
Aunque dice que
nunca le ha dado palmadas a su hijo, ha sentido la frustración que puede llevar
a otros a hacerlo.
"Esto debe ser
estudiado. Lo más difícil va a ser conseguir que los hombres hablen al
respecto...o siquiera lo reconozcan", dijo.
---------------------------

Publicado
por: Lic. Psic. Felipe de Jesús Loranca Aguilar.