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formas de ayudar a los niños agresivos a expresarse mejor disminuyendo sus
conductas agresivas:
- Validar sus emociones. “¿Estás enfadado? No pasa nada por enfadarse, pero ¿Me podrías explicar con palabras en lugar de con acciones que es lo que te pasa y con quien estás enfadado? Es mejor esperar y escuchar una respuesta del niño que tratar de imponernos con afirmaciones de tipo: “No deberías de estar enfadado.”
- Ayudar al niño a poner palabras a lo que siente. A veces el niño no sabe identificar qué es lo que hace que responda de una manera agresiva. Podemos ayudarle sugiriendo posibles respuestas como: “¿Quizás estés triste, en lugar de enfadado, porque tu abuela se fue sin despedirse? Cuando estás cansado, te pones muy nervioso y acabas por meterte en líos. Es hora de irse a la cama y descansar.
- Entiendo que estés enfadado, pero no puedo permitir que hagas daño a los demás. Es importante dejar nuestra postura clara respecto a lo que pensamos de las conductas agresivas y que conozca las consecuencias que tiene. Si es pequeño, podemos llevarlo aparte, quedarnos con él y ayudarle a hablar de porqué ha reaccionado así. Si es mayor, podemos decirle “Te quiero, cuando estés más tranquilo, ven a buscarme” y dejarle un momento a solas. Es importante que los niños vean consistencia en nuestra forma de actuar.
- Buscando otras formas de mostrar enfado sin hacer daño. Cuando esté tranquilo podemos aprovechar el momento para buscar conjuntamente una manera de mostrar su enfado sin hacer daño. Podemos sugerir que puede golpear una almohada, escuchar su canción favorita, respirar profundamente y/o encontrar un lugar especial donde calmarse. Es importante, enseñarles a pedir lo que quieren, a que expresen su opinión sin tener que imponerse a nadie.
- Reparar el daño que ha hecho a otros. Es importante que tome conciencia del daño que ha causado y que tenga capacidad de poner remedio a la situación que generó. Pedir disculpas, reponer algo que ha roto o intentar arreglar de alguna forma la situación. Esto implica tener capacidad de empatía.
- Evitar responder con agresividad ante la ira del niño Esto genera una lucha de poder, además de ofrecerle un modelo contrario del que se quiere conseguir.
- Modelar formas respetuosas de afrontar la
propia ira. Los
niños pueden ver que también nosotros nos enfadamos por diferentes
situaciones. Pero debemos mostrar que necesitamos un tiempo para
calmarnos, que se puede estar enfadado y seguir siendo respetuoso.
Los niños aprenden que se puede estar enfadado, pero que esto NO implica hacer daño o faltar el respeto a nadie. Tienen que aprender a ejercer el control sobre sí mismos y sobre sus vidas. Recordemos que la forma como se expresa (o se reprime) la agresividad en la familia, será un elemento determinante en la forma de gestionar los conflictos en los niños. También influyen otros factores como el colegio, los amigos, las conductas violentas en los medios de comunicación, pero si nosotros aprendemos a saber lo que nos pasa y podemos manejarlo adecuadamente, esto tendrá una gran influencia en nuestros hijos.
Recuerda
que estas son sugerencias pero el enfado en un niño puede significar muchas
cosas, para un mayor análisis puedes contactarte con nosotros.
“Dar
amor, constituye en sí, dar educación.” Eleonor
Roosevelt
Por: Lic. Psic. Felipe de Jesús Loranca Aguilar.