¿Puede educarse para la felicidad? Durante
años, los psicólogos no se han puesto de acuerdo en si factores externos, como
la educación, influyen en la felicidad. Para probar que la felicidad sí cambia
a lo largo de la vida, un equipo de la Universidad de Melbourne (Australia)
analizó los datos de la encuesta socioeconómica alemana que lleva casi treinta años recogiendo datos
sobre el bienestar psicológico de 60.000 personas. Los resultados, recogidos en
la revista Proceeding, muestran que los investigadores australianos tienen
razón y el bienestar psicológico depende en parte de factores que pueden ser
educados. Así, si se enseña a los niños a ser más altruistas que competitivos,
a priorizar las relaciones humanas y a participar en actividades sociales,
parece que serán más felices. Un dato importante se refiere a la pareja: cuanto más estable emocionalmente sea la
pareja y mayor tiempo se dedique a la familia, una mayor felicidad se alcanza.
Por: Lic. Psic.
Felipe de Jesús Loranca Aguilar.